El Trabajo más duro

Estos últimos días está circulando por las redes sociales un vídeo muy interesante que, viendo la cantidad de personas que lo han compartido, supongo que la mayoría ya lo ha visto.

La verdad es que me ha encantado este anuncio, es muy original y emotivo, y no puedo negar que se me cayeron unos cuantos lagrimones al verlo… viéndolo desde la perspectiva de hija.

Como hijos, casi siempre, damos por sentado todo lo que nuestra madre hace por nosotros, las horas que nos dedica escuchando cualquier nimiedad insignificante que tenemos para contarle, siempre con una sonrisa y la atención al 100%, nos parece natural que ponga nuestros deseos y necesidades antes que las suyas, y ni siquiera somos conscientes de ello, si le hablamos mal porque «tenemos muchos problemas» (principalmente cuando somos unos adolescentes insoportables), sabemos que ella siempre nos perdonará, nuestra madre es un ser que siempre está dispuesta, que siempre nos hará sentir bien, es el ser más incondicional que encontraremos en nuestra vida…

Ahora bien, viéndolo desde la perspectiva de madre, toda la descripción de funciones me parece tan natural como cuando veía a mi madre haciéndolas, no es un esfuerzo, y ni siquiera lo puedo llamar trabajo porque un trabajo siempre tiene la connotación de obligación y de recibir un sueldo a cambio, pero ser madre es un placer que trae consigo obligaciones, y lo que se recibe a cambio, no hay dinero que lo pague.

Sin querer menospreciar este anuncio porque realmente me parece genial, tanto su creatividad como su mensaje, y creo que es importante destacar todo lo que hace una madre, yo creo que si hacemos una analogía con lo que es un trabajo, diría que más que el trabajo más duro, es el mejor trabajo del mundo, ya que, cómo medimos si un trabajo es bueno? Por las satisfacciones que te da, por ir superando etapas, cumpliendo objetivos, creciendo con él, por su paga… el ser mamá llena todas esas demandas, cumple con todos los requisitos, es el mejor trabajo del mundo!

 

 

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